martes, 9 de agosto de 2011

Miedo

El miedo paraliza los mercados. Un ente informe sin principio ni fin rige nuestra economía. ¿Qué es el mercado? No crean que existe un monstruo en lo alto de Wall Street que manda quien sube y quien baja. El mercado somos todos. Sobre todo aquellos que tienen dinero, eso está claro. Pero, si ampliamos el concepto, es un conjunto de personas que decide en qué gastar el peso de su bolsillo. Usted y yo también llevamos a cabo ese tipo de decisiones. Lo que ocurre es que ni usted ni yo podemos salvar varias empresas con sus respectivos trabajadores. Usted y yo solo podemos decidir si comprar el pan en la pastelería o en el chino. Si hacer la compra en el Hiperdino o el Mercadona. Pero los que pueden decidir realmente si la bolsa sube, baja o se estanca me han dicho que, por lo visto, tienen miedo. Ni Obama, Premio Nobel de la Paz (único premio que se ha otorgado por el color de la piel, no por verdaderas labores por la paz); repito, ni Obama ha conseguido sacar el miedo del cuerpo incorpóreo de los mercados.

Miedo el que también se siente en Inglaterra, donde ya no se puede ir a echar la basura sin que el contenedor arda. No soy promotora de la violencia juvenil, faltaría más. Una servidora no le encuentra el gustillo a eso de ir prendiendo fuego a coche que pille. Europa quizá debería recoger de los españolitos las formas al manifestarse. Las campañas pacíficas en ocasiones terminan con la porra de agentes de la policía con tanta mollera entre oreja y oreja como conciencia en el pecho. Sin embargo, cuando uno hace las cosas como la verdadera cordura manda puede soñar tranquilo cuando cae el sol. Aún con una costilla rota.

Lo dicho, no apoyo las formas inglesas de reivindicación. Pero si a mi me subieran lo que a ellos la matrícula universitaria no sé lo que haría. Quizá en lugar de leer esta editorial podría estar chamuscando edificios de la administración por cortar de raíz todo mi contacto con el mundo universitario. No lo sé. Aunque aquí no nos estamos quedando cortos tampoco con los recortes sociales. Las miles de familias que viven en Canarias con menos de 200 euros al mes sabrán de lo que hablo.

El miedo. Controla Wall Street, controla Inglaterra, controla la porra de aquellos que siguen órdenes sin chistar, controla a Obama. Que el miedo no sea capaz de arrancar el sentido de nuestra vida. Porque el miedo, siguiendo las palabras de Pedro Guerra, da miedo del miedo que da.

No hay comentarios:

Publicar un comentario