viernes, 26 de agosto de 2011

Gadafi, cruel dictador


Ahora Gadafi es un cruel dictador. ¿Y estos últimos 40 años? Fue el mismo dictador, pero nadie se preocupaba por ello. Tiene lugar una guerra civil y ahora Gadafi es malo malísimo. Mucho tiempo de fotografías con políticos de países que hoy, de repente, se despiertan y piensan, tras un breve lapsus de 4 décadas, que Gadafi es un asesino de gente inocente. Medios de comunicación siguen esa línea como si el espíritu santo les hubiera revelado la verdad vía satélite. Como si la realidad no hubiera estado ahí siempre, sin voz, sin televisiones y sin radios.
Deberíamos plantearnos el por qué, por qué sin previo aviso todos los dictadores se vuelven malvados a ojos de la ONU y la OTAN, como si jamás lo hubieran sido antes. El caso de Libia es el ejemplo más obvio. La ONU, saltándose a la torera todo el derecho internacional, manda a la OTAN para ponerse, nada más y nada menos, de parte de un bando en una guerra civil como la copa de un pino. Y en una guerra civil, señoras y señores, mata todo el mundo, un bando y otro. De hecho, uno de los dirigentes rebeldes ha señalado que, como se sigan cometiendo venganzas contra los gadafistas, dimite.
Pues eso, que los rebeldes también han matado. Ya sea su causa loable o no, que no lo pongo en duda, ni la ONU ni la OTAN tienen derecho, según sus propios principios, a inmiscuirse en una guerra civil apoyando a un bando que intenta liquidar a otro. En primer lugar, lo que deberían haber hecho es probar con la solución de forma pacífica y diplomática, cosa que ni intentó. En segundo, evacuar a los civiles que se ven inmersos en una guerra que no desean mediante corredores humanitarios. En ningún caso meterse de lleno en medio de una guerra en la que la sangre se paga con sangre.
Además, si nos metemos en medio de un conflicto para derrocar a un payaso estúpido como resulta ser Gadafi, ¿por qué no se hace nada en Siria? ¿Por qué de Yemen ya ni siquiera se habla? También tienen dictadores capullos que no dejan expresar las reivindicaciones de la población. Sin embargo, la ONU y la OTAN miran de brazos cruzados. ¿Qué tenía de diferente Libia? ¿Por qué no se tardó ni medio segundo en actuar? Puede que sea el petróleo. Disfrazándolo de intenciones democráticas todo vale. Que no digo que las intenciones democráticas no sean legítimas, ojo. Pero, bajo mi punto de vista, es inmoral que los países ricos piensen en sus intereses económicos  en nombre de la democracia.

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