viernes, 19 de agosto de 2011

Así no (editorial del 18 de agosto)

Acierto si afirmo que no soy la única que llega con ojeras al trabajo. Que el partido de ayer se alargara hasta las 12 de la noche (hora canaria) es lo peor que puede pasar a los trabajadores de España. Si llevaran a cabo un estudio sobre el rendimiento laboral hoy, 18 de  agosto, seguro que Alemania se echaba aún más las manos a la cabeza. Levantarse a las 6 de la mañana ha sido toda una odisea. Pero bueno, aquí estamos, un día más. Ánimo, españoles. Y más ánimo si cabe para los que, como una servidora, simpatizan con los blancos. Porque anoche pudimos disfrutar de buen fútbol solo en la primera parte. En la segunda el juego sucio de los de Mou brilló por su trascendencia. Las tarjetas amarillas comenzaron a sucederse precedidas de faltas que no agradaron a nadie. El Madrid tiene un equipazo como la copa de un pino. No tiene necesidad alguna romper la hermosura del fútbol con parones por pitos del árbitro. La roja de Marcelo, merecidísima. La supercopa para el Barça, merecidísima. Soy madridista, pero no apruebo el juego sucio. Me hubiera gustado que la copa se quedara con los merengue, pero así no.
Si hubieran seguido con la dinámica del partido anterior, mi editorial hoy sería muy distinta. Pero como deportista me gusta el juego limpio. No puedo tolerar ese desdén por la deportividad. Si el Madrid no cambia su filosofía de “si voy perdiendo me enfado y doy leña a todo el que se ponga por delante”, no vamos a ninguna parte. Quizá el entrenador tenga más que ver en todo este embrollo de lo que nos imaginamos. Espero, francamente, equivocarme.
Por cierto, me quito el sombrero ante Messi, un jugador que hace del fútbol un arte que domina a la perfección. No entra en el juego de las pataditas y los malos rollos, cosa que le honra.
He aquí una aficionada a los blancos que sabe criticar de forma constructiva cuando toca. Espero, también, que existan las mismas reacciones por parte del contrario si algún día cambian las tornas.
Felicidades para el campeón.

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